viernes, 16 de febrero de 2018

PARECE QUE FUE AYER (2)





                                     Edificio de Prado y Teniente Rey, La Habana.


SIEMPRE HAY UN ANTES

Juventud Rebelde se fundó el 21 de octubre de 1965 en el edificio que era del periódico Diario de la Marina, en Prado y Teniente Rey, frente al Capitolio Nacional. Su primer director fue Miguelito Rodríguez, dirigente del Comité Nacional de la UJC, quien llegó lleno de ideas para incursionar en un terreno donde no tenía experiencia.
El rotativo era producto de la fusión entre la revista Mella y el Diario La Tarde, y este último aportó algunos veteranos del diarismo como Guillermo Lagarde, como jefe de información, quien además escribió otra de las secciones más leídas titulada  Ñaña Seré, sobre acontecimientos de finales del siglo XIX y principios del XX en la isla.
A esto se añadirían otros soldados experimentados de la noticia: Núñez Lemus, Orestes Cabrera, Cano
 Las primeras secciones que aparecieron iban dirigidas hacia la literatura (¿Qué lee usted?, el cine (comentarios escritos por dos destacados intelectuales, el poeta Roberto Branly y Mario Rodríguez Alemán).
A esto se añadía de vez en cuando una columna con la letra de una canción de moda (Cancionero), atendida por Diana Yolanda; otra de tv y cabaret, titulada Variedades, con menos ocurrencia que la anterior.
La primera vez que salió, la que luego sería mi sección, fue el 6 de noviembre de 1965, bajo el título de ¿Qué hay de Nuevo en Cultura?, firmada por Carlos Loredo, bisoño en aquel entonces pero con el tiempo se revelaría como un buen periodista. Las noticias que se publicaron allí, y en días posteriores, eran sobre ballet, la llamada música culta etc.
En aquellos días, del 22 al 28 de noviembre, se celebró en Varadero un festival de la Canción Cubana, que se reflejó en páginas aparte en el periódico y era, según sus organizadores, la semilla para un futuro encuentro internacional. Esta intención tendría su realización en 1967.
Aquel primer intento reunió lo mejor de la cancionística cubana tanto en intérpretes como en arreglistas. Algunos nombres constituyen hoy mitos, como Doris de la Torre, Moraima Secada, Georgia Galvez, Amelita Frades, Pacho Alonso, Luis García, Lino Borges, Miriam Ramos, Ela Calvo, María Marcos, Adriano Rodríguez, los cuartetos Los Modernista, Los Bucaneros,  Meme Solís y Voces Latinas, para la parte competitiva. Como invitados otra delegación de lujo: Rosita Fornés, Bola de Nieve, Gina León, Esther Borjas, Ramón Veloz, Barbarito Diez, Reinaldo Henríquez (1), Hermanas Lago, Hermanas Martí y María Cervantes.
Por último el jurado era de copete. Dos mexicanos lo presidían, José Sabré Marroquín  y Rodolfo Landa  seguidos de una lista de cubanos de altos kilates: el poeta Nicolás Guillén, los compositores Gonzalo Roig, Adolfo Guzmán, Rodrigo Prats, Armando Romeu, Roberto Valdés Arnau y Vicente González Rubiera..
Aunque estaba anunciado para actuar el cantante y actor mexicano Fernando Fernández, en la información sobre el Festival no se hizo mención de su actuación o presencia, por lo que presumo que no asistió. Los premios fueron para las canciones “Playa Azul”, de Tania Castellanos, “Gira, Gira”, de Frank Domínguez y “Arena de Cristal”, de Fernando Mulens, interpretadas por los cuartetos Los Modernistas, Los Bucaneros y  por el solista Miguel Ángel Ortiz, respectivamente.  (Continuará)  

jueves, 15 de febrero de 2018

EL ÚLTIMO DE LOS FARANDULERO
Cuba 1965--

Dedicado a Raúl Miranda,(1)( quien me enseñó  los primeros pasos, a Don Galaor,(2) maestro de maestro en el mundo de la farándula, a Orlando Quiroga (3), por su estilo fresco y desacostumbrado en la esfera del espectáculo

BREVE  INTRODUCCIÓN.

¿Farándula en el socialismo?, me preguntó con cara de asombro el director entonces de un periódico de la juventud comunista en Bulgaria, cuando visité su redacción, junto a una delegación artística en la década del 70 del siglo pasado.
La interrogante surgió cuando le expliqué como era la sección ¿Qué hay de Nuevo? que yo escribía en Cuba para el diario Juventud Rebelde que incluía informaciones y comentarios sobre distintos tópicos artísticos, principalmente radio-tv, cabarets y sus cantantes, pero siempre bajo la divisa de no inmiscuirnos en sus vidas privadas, como se suele hacer en otros países. 
En realidad cuando de la dirección del periódico, órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas, me llamaron para que  me hiciera cargo de esa columna, hoy la más antigua del país, sólo tenía como experiencia  algunas esporádicas entrevistas en el periódico Revolución, llevado de la mano por Raúl Miranda,  quien cuando traté de evadir por primera vez esa tarea por mi desconocimiento sobre el tema, me dijo: “mejor, así se te ocurrirán más preguntas”..
En  los primeros tiempos ¿Qué hay de nuevo? no  tenía horario ni fecha en el candelario para verse en letra impresa pero mi divisa profesional de tratar de hacerla tan interesante para los jóvenes como para los que ya habían pasado la adolescencia e incluso para los que peinaban canas, la convirtieron en obligada mirada de los lectores.
Frente a las incomprensiones de los funcionarios, siempre tuve el apoyo de las distintas direcciones del periódico, aunque al final ciertas corrientes elitistas se impusieron y poco a poco la sección perdió su frescura pero esa es una historia que forma parte de las páginas que siguen.       
ACLARATORIAS

1.- Raúl Miranda, era diseñador y periodista cuando Carlos Franqui, dirigía el periódico Revolución, donde comencé a trabajar en la década del 60. En aquella etapa el diario se distinguía por lo atrevido de su diseño, bajo la dirección artística de Ithiel León.
2.-  Don Galaor, bajo ese seudónimo escribió durante muchos años una sección en la entonces popular revista Bohemia. Fuente inestimable sobre el quehacer artístico de una larga época, antes de 1959.
3.-  Orlando Quiroga, usaba un lenguaje fresco y atrevido como digno sucesor de Don Galaor en Bohemia. Por ser gay recuerdo una portada de la revista Mella, entonces órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas, donde además del texto en tono de burla (Soplando Virola, era el nombre de bautizo), aparecía una caricatura suya con discos de Los Beatles debajo de los brazos y unas sandalia como calzado . Con el tiempo volvió a resurgir para bien nuestro y fue el guionista, hasta su muerte, “De la gran escena”, espectáculo televisivo que se mantiene hasta hoy dirigido por Artigas. Su sabio equilibrio entre lo popular y lo clásico hizo que muchos cubanos apreciarán, y aprecien hoy, artes como el ballet, las artes plásticas, la danza moderna y la literatura. (Fragmentos de El último de los faranduleros, libro en preparación).